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familia antioquña

martes, 22 de febrero de 2011

familia antiqueña

¡¡¡TIPOLOGÍA FAMILIAR!!!!!

Desde sus comienzos consagró en su seno la fé cristiana, la que se ha ido transmitiendo en no interrumpida sucesión hereditaria, cada día más acentuada é inviolable. Como el viejo castellano, el antioqueño, á pesar de su arraigada fé, por espíritu de independencia no prescinde de ciertas herejías y decires censurables, hijos de acendrada confianza en que no le dañan y resuelto á enmendar con tiempo la plana. Y, como el cristianismo en todo su vigor pone algunos obstáculos al negociante que lucha por la vida en una tierra árida, ha buscado la manera de adaptación con que nuestro autor dice que reciben las verdaderas razas toda creencia; acomodándola á sus necesidades. Así, ha tomado á la religión lo que era menester para la solidez del hogar, y ha mermado en ella lo que entorpece para la vida, sacrificada toda á los lares. Ninguna modificación ha sido posible, aunque los vientos de ateísmo soplen por estos lados con fuerza de huracán. Nuestros ateos y materialistas han sido todos católicos, apostólicos y romanos á la manera antioqueña. Desde nuestro escrito de 5 de Agosto último, titulado El Gitanismo, habíamos consignado la diferencia que hace el antioqueño entre su vida de hogar y la de los negocios y demás relaciones interpersonales. Permítasenos recordar lo que antes dijimos: “Y no nos escudemos con nuestra satisfacción de cumplir bien los deberes que simplemente se refieren á la vida; eso querría decir que, si hay distancia entre nuestras teorías morales y nuestro modo de ser práctico (vulgo, coeficiente de seguridad), la hay mayor entre nuestro comportamiento puramente personal y el social. No parece en nuestros brotes generales de vida colectiva el buen padre de familia; lo que se encuentra allí es el gitano redomado. La taimonía es el disfraz que adoptan nuestros buenos padres de familia para el carnaval de los negocios y de la política.” Parécenos necesario al examinar los caracteres de este pueblo –ya que se ve á las claras que por las vías de la paz y del trabajo es refractario á la asimilación pasiva y de irresistible vigor para la activa- hacer un ensayo para darnos cuenta de su fisonomía moral, pues parece un contrasentido á primera vista esto del gitanismo en los negocios, en las Ciencias, y en la Política, concomitante con cualidades morales que lo definen como raza enérgica llamada á grandes destinos. Hemos tratado de explicarnos esta antinomia, y hemos llegado, por ahora, á estas conclusiones. Bien sabido es que la familia es la base de la sociedad; y es natural que los pueblos que por circunstancias religiosas, geográficas, ancestrales, y de quién sabe cuántas otras clases, han logrado constituír familias bien organizadas, consagren preferente atención á conservar lo adquirido, no atreviéndose á entrar en ensayos, por falta de la imaginación exacta de las ventajas que traería un cambio, Supongamos, por ejemplo, que los españoles establecidos en Antioquia carecieron durante medio siglo de mujeres de su misma raza con quiénes conllevar la vida.

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